6-H
Un fantástico chardonnay de textura crujiente y mineral, con toda la riqueza aromática característica de los vinos de Catena. Un blanco que recoge la fruta de tres viñedos (Agrelo, Villa Bastías y Gualtallary), deliciosamente complejo, balsámico, expresivo, lleno de vida y de fruta, y con ese toque cremoso de madera, sutil y perfectamente ensamblado como no podía ser de otro modo de estos maestros de los Andes argentinos.
En nariz encontramos aromas cítricos y a fruta de hueso: limón, piel de naranja y melocotón. Elegante en boca, con una acidez marcada y refrescante y con un retrogusto a cítricos largo y persistente. Su frescor está acompañado de una untuosidad en boca que le confiere cuerpo y estructura. Esta cremosidad nos hace entender que el vino ha sido criado en barricas de robles, que aportan estructura y elegancia sin restar vivacidad aromática al vino.
< volver al listado